Judit
Fuimos un adulto, un niño y dos adolescentes. Como no podíamos saltar en la misma hora, tuvimos que hacerlo, de dos en dos, a horas diferente. Yo salté con mi hija de 10 años en el tándem. El monitor hacia comentarios un poco fuertes, que terminaba de hacer decidir a los dudosos por no saltar. En mi grupo hubieron dos personas que no saltaron. Mi pequeña me dijo, más tarde, que llegó un momento que desconectó de escuchar al monitor porque decía que si no, no iba a saltar. Cuando le llegó la hora a los adolescentes, más de lo mismo por parte del monitor, comentarios desafortunados que hizo que no saltará ninguno de los dos. Preguntamos en oficina si podíamos hacer algo con los saltos no realizados a lo que nos contestaron que estaban perdidos. Entiende que no convenzan a la gente a saltar, si ven que no lo tienen claro, lo que no entiendo es que hagan comentarios que sea el monitor, (queriendo o sin querer, da igual)que haga poner en duda y meta miedo a los que están a punto de saltar.
Jesus Lozano
Buena gente,,,me he sentido muy comodo,tanto yo y los que me acompañaban, para repetir.
Yolanda Valles
Buen trato y excelente ubicación pero considero muy cara la cena por lo que se ofrece
Anna Martínez
Platos escasos y caros pero amable camarero nos dejo entrar con perrita